martes, 6 de octubre de 2015

Educacion Especial

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL EN MÉXICO


En 1930 es cuando surge la necesidad de la atención sistematizada a la población  con deficiencia mental e inadaptados, preferentemente a los ciegos, sordos y lisiados del aparato locomotor, y a la vez la formación de los profesores especializados para su atención. La iniciativa nace de un grupo de médicos entre los que se encuentra Roberto solis, Alejandro Meza J, y Hector Solis, su enfoque fue mayormente médico que pedagógico.  El 7 de julio de 1935 la Secretaria de Gobernación Publica crea el instituto médico pedagógico, más conocido por Parque Lira, que funciono como anexo para las prácticas de los alumnos  de la Escuela Normal de Especialización. Es importante señalar que entre los años 1935 y 1945, se entrelazaron hechos trascendentales en los inicios de la educación especial en México: la creación de instituciones para la atención de los niños con deficiencia mental, ciegos, sordos, con la idea de una educación pre ocupacional para preparar a los alumnos en la adquisición de un oficio que les servirá para integrarse a la sociedad como elementos productivos. En 1945 se abren carreras para maestros especialistas en la educación de niños y adultos ciegos y la de maestro especialista en la educación de niños y adultos con trastornos de la audición y el lenguaje. En 1945 se incorpora la carrera de maestro especialista en la educación de niños lisiados del aparato locomotor, y en 1964 se separa la carreta de maestro especialista en la educación de deficientes mentales de inadaptados infractores. La formación del maestro especialista permitía apoyar a los alumnos y promover su independencia personal. Materias como Ortopedia Mental, GImnasia Orto frénica y Educación Fisiológica, reforzando el principio de la educación especial `` la mano transforma el cerebro``. Los propósitos de la educación especial estaban dirigidos a incrementar entre los educandos la independencia personal, la socialización, la comunicación y los hábitos ocupacionales, para que respondieran apropiadamente en sus relaciones interpersonales en el trabajo.

La evaluación ha cambiado, el proceso de cambio de perspectiva debe estar asociado al abandono del modelo clínico basado en el déficit y en la eliminación del concepto de diagnóstico. Tiene que ser una evaluación que sea capaz de ofrecer un conocimiento sobre los alumnos as y sobre su proceso de enseñanza-aprendizaje, convirtiéndose en una evaluación más formativa.
Estos son los puntos que se evaluara en el proceso enseñanza – aprendizaje:
Se evaluará el proceso de enseñanza y aprendizaje: Los aspectos cognoscitivos,  Las capacidades intelectuales, la integración psico-social,  los procedimientos y estrategias,  los resultados del proceso de aprendizaje, la adquisición de normas y valores. Es decir son todas las necesidades que se derivan del proceso de enseñanza aprendizaje.
El objetivo de la evaluación desde el modelo curricular es: Es proporcionar informaciones de diverso tipo utilizando procedimientos y estrategias muy variados, modificar y adaptar el proceso de enseñanza y aprendizaje, detectar el grado de aprendizaje alcanzado por el alumno/a teniendo como referente los objetivos y contenidos destacados en el Proyecto Curricular del Centro.
Aquí se evalúa el alumno y el contexto, en el alumno evaluamos: su historia personal, nivel curricular, la motivación y su estilo d aprendizaje y, en el  contexto: lo social, familiar, el aula, el centro.
Su historia personal hace referencia a síntesis de los aspectos del desarrollo personal del alumno relevantes para la intervención educativa: historial académico y sobre el desarrollo general (biológico, psicomotor, intelectual, emocional, social, nivel de comunicación-lenguaje), nivel curricular: lo que conoce o sabe hacer el alumno en relación al currículo del aula en relación a la programación centro-aula, a las áreas curriculares y a la temporalización, asimilación y utilización de los contenidos conceptuales, procedimentales o actitudinales alcanzados por el alumno en las diferentes áreas del currículum, los aspectos a evaluar dentro del nivel curricular pueden versar sobre:  Dominio de técnicas instrumentales: lenguaje oral (vocabulario, entonación y construcción de frases), lenguaje escrito (grafía, ortografía y composición), lectura (comprensión, velocidad y madurez lectora) y aprendizajes lógicos-matemáticos (numeración, cálculo y resolución de problemas) habilidades tecnológicas: método de trabajo y técnicas de trabajo conocimientos específicos en determinadas áreas: capacidades y contenidos, Motivación y estilo de aprendizaje: condiciones físicas ambientales más adecuadas, tipo de agrupamiento preferido (individual, pequeño grupo o gran grupo), lenguaje en el que prefiere presentar la información (oral, manipulativo, simbólico, figurativo), estrategias de aprendizaje que emplea (analíticas o sintéticas), contenido y actividades que le interesan, capacidad de atención, reacción a aspectos novedosos y estructura motivacional (intrínseca o extrínseca).
En el contexto Social y familiar: Con respecto al alumno: autonomía en el entorno, medio de comunicación, interacciones familiares, rol, aficiones, etc., con respecto a la familia: hábitos y pautas educativas, actitudes y expectativas ante el niño, conocimiento de su problemática,  con respecto al entorno social: recursos de que dispone y posibilidades educativas del mismo.
Contexto educativo: a) Aula: evaluación social (agrupamiento, organización de las tareas, relaciones) y evaluación académica (objetivos, contenidos, recursos, tiempo). Pertinencia de la programación en relación al alumno y pertinencia de las interacciones. b) Centro: existencia y adecuación del Proyecto de Centro, ideología, contexto organizativo, contexto didáctico, clima institucional.


ANTECEDENTES DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL EN MÉXICO

Daremos un mirada a la Educación Especial en México a partir de la década de los años 40, época en la que da inicio la atención institucional a las personas con deficiencia mental, anteriormente se crean las Instituciones para atender a los niños sordos en 1872 y a los niño ciegos en 1873.
Pasaremos en otro tema a la revisión de la Escuela como instancia segregacionista, para más adelante analizar los cambios de la Educación Especial para atender a la diversidad y las implicaciones de la Declaración de Salamanca sobre la atención a las necesidades educativas especiales. Una breve reseña histórica de la Educación Especial en México Es en 1938 cuando surge la necesidad de la atención sistematizada a la población con deficiencia mental e inadaptados y menores infractores preferentemente; a los ciegos, sordos y lisiados del aparato locomotor, y a la vez la formación de los profesores especializados para su atención. La iniciativa nace de un grupo de médicos entre los que se encuentran Roberto Solís Quiroga, Alejandro Meza, J. de Jesús González y Héctor Solís Quiroga; su enfoque fue mayormente médico que pedagógico, los conceptos de integración, diversidad, discriminación, inclusión, no estaban en su discurso, de ahí que el Modelo de atención era rehabilitatorio y de productividad.
No era el momento para considerar que se estaba creando un sistema que practicaba la pedagogía de la exclusión. Este predominio de la medicina se vio reflejado, incluso, en el nombre de la carrera de Maestro Especialista en la Educación de anormales mentales e inadaptados infractores en 1942. 8 El 7 de julio de 1935 la Secretaria de Educación Pública crea el Instituto Médico Pedagógico, más conocido por Parque Lira, que funcionó como anexo para las prácticas de los alumnos de la Escuela Normal de Especialización. Es importante señalar que entre los años 1935-1945, se entrelazaron hechos trascendentales en los inicios de la Educación Especial en México: la creación de Instituciones para la atención de los niños con deficiencia mental, ciegos y sordos, con la idea de una educación pre -ocupacional para preparar a los alumnos en la adquisición de un oficio que les sirviera para integrarse a la sociedad como elementos productivos, dejando en segundo plano su paso por la escuela preescolar y primaria; así como la formación profesional de los Profesores que se harían cargo de su educación. Hechos que resultaron paradójicos porque entre la atención y la formación docente existía una brecha. En 1945 se abren las carreras para Maestro Especialista en la educación de niños y adultos ciegos y la de Maestro Especialista en la educación de niños y adultos con trastornos de la audición y el lenguaje.
En 1955 se incorpora la carrera de Maestro Especialista en la educación de niños lisiados del aparato locomotor y en 1964 se separa la carrera de Maestro Especialista en la educación de deficientes mentales de inadaptados infractores, quedando aparte esta última carrera; anteriormente se consideraba que el deficiente mental tenía altas probabilidades de delinquir porque era altamente influenciable y se convertía en menor infractor. En 1962 se separa la Escuela Normal de Especialización del Instituto Médico Pedagógico iniciándose así el distanciamiento entre la Medicina y la Pedagogía acercándose más a la Psicología. Es en 1974 cuando se crea la última carrera de Maestro Especialista en la educación de niños con problemas de aprendizaje, después de una investigación para detectar y diagnosticar a los alumnos que no adquirían la lectura, la escritura y las nociones aritméticas a pesar de repetir el 1º y 2º grado escolar. Los resultados obtenidos en los años 1972-1973 a nivel nacional fueron los siguientes: Población escolar en la República Mexicana.
1º y 2º grado …………………………….
5,047,733 20% problemas de aprendizaje………..
1, 009,546 9 8% Dislexia…………… …………………
403,818 4% Deficiencia mental…………………. 201,909 3% Problemas de lenguaje………….....
151,386 5% Otros problemas…………………….
252,386.
No encontramos cómo se realizó la investigación a nivel Estatal, en el D. F., se llevó a cabo por un grupo de Psicólogos pertenecientes a la Unidad de Detección de la Dirección General de Educación Especial. En 1960 se fundan las Escuelas Primarias de Perfeccionamiento bajo la premisa de que cada alumno debe ser útil así mismo y a la sociedad, por lo que en su plan de estudios se consideró una formación escolar básica, tomando en cuenta las asignaturas de los programas de primaria de la SEP, Español con énfasis en la lectura y la escritura, Ciencias Naturales, Matemáticas y Ciencias Sociales; de alguna manera eran los primeros esbozos de las adecuaciones curriculares. Por la tarde los alumnos a partir del 3er. año se quedaban a la iniciación de talleres de encuadernación, corte y confección, bisutería, carpintería; comían en la escuela y en ese espacio se aprovechaba para fomentar hábitos de alimentación, de higiene personal y de convivencia. La formación del Maestro Especialista permitía apoyar a los alumnos y promover su independencia personal. Materias como Ortopedia Mental, Gimnasia Ortofrénica y Educación Fisiológica, reforzaron el principio de la Educación Especial “la mano transforma al cerebro”.
 A pesar de que el Modelo rehabilitador representaba un avance comparado con el Modelo de prescindencia (el Modelo Social de discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: Agustina Palacios. El modelo de prescindencia, (p. 37). Madrid: Grupo Editorial CINCA) que prevaleció en el mundo antiguo, como nos relata Agustina Palacios: La sociedad antigua prescindía de las personas con discapacidad porque la discapacidad era vista como una situación desgraciada, tan desgraciada que la vida en esas condiciones no se consideraba digna, era una carga para los padres y un estorbo para la sociedad, para ello solo había una solución: prescindir de esas personas, mediante prácticas eugenésicas. Aristóteles 10 decía “En cuanto a la exposición o crianza de los hijos, debe ordenarse que no se críe algún defectuoso”. Estas formas de concebir a las personas con discapacidad también se presentaron en las primeras culturas de México, no es motivo de este trabajo extendernos en ello, únicamente hacer referencia para entender que desde la antigüedad, hasta nuestros días, han existido grandes contradicciones en la atención a las personas con discapacidad y en su identificación y con ello una connotación negativa sobre las palabras que aluden a sus características. Es a través del Modelo rehabilitador que se empieza a tener una conciencia respecto al termino discapacidad, en su ideología considera que la persona con discapacidad debe ser habilitada para que funcione en sociedad, este Modelo no debe interpretarse como lo que técnicamente es un proceso de rehabilitación, debido a que la función perdida ya no se puede recuperar en esta población.
Es entonces en este Modelo de atención, que la Educación Especial crea diferentes estrategias para brindar atención educativa a las personas con discapacidad y se apoya en disciplinas como la Psicología, cuyo enfoque psicométrico permite las primeras acciones para la clasificación y canalización de las personas con discapacidad. Los criterios que se establecieron no siempre fueron los más justos ya que el CI (Coeficiente Intelectual) determinó, en gran parte, el ingreso a las Escuelas Primarias de Perfeccionamiento; para los niños con deficiencia mental señalaban un Cociente Intelectual entre 50 y 85, por ser considerados educables, los niños con Síndrome de Down no eran admitidos porque se suponía que entraban en la clasificación de entrenables, los niños limítrofes cuyo Cociente Intelectual llegaba a los 86 y que eran rechazados por la Escuela Primaria al reprobar el 1º y 2º grado y no adquirir la lectura y la escritura, eran admitidos en las Escuelas de Perfeccionamiento a insistencia de los padres de familia que no encontraban otra opción; esta población tenía la posibilidad de cubrir la educación primaria y obtener su certificado en la escuela nocturna, en donde las exigencias académicas eran menores por tratarse de alumnos adultos que en su mayoría por alguna causa no habían tenido la oportunidad de terminar de cursar la primaria. Más adelante esta población formó parte de los grupos integrados, al identificarlos como niños con problemas de aprendizaje.
11 Las Escuelas Primarias de Perfeccionamiento, dependían de la Coordinación de Educación Especial, y ésta a su vez de la Dirección General de Investigación Científica de la SEP. En 1965 se crean las escuelas para adolescentes varones y para adolescentes mujeres, cuyo objetivo era capacitar formalmente a los alumnos en la adquisición y en el dominio de una técnica de trabajo, como una culminación de la Educación Especial del deficiente mental que le ayudaría para incorporarse a una vida productiva. Los propósitos de la Educación Especial estaban dirigidos a incrementar entre los educandos la independencia personal, la socialización, la comunicación y los hábitos ocupacionales, para que respondieran apropiadamente en sus relaciones interpersonales en el trabajo. En 1965 se modifica la nomenclatura de las Escuelas de Perfeccionamiento por las Escuelas de Educación Especial y con ello se inicia la estructura de un plan de estudios tomando como base los Programas Escolares y los libros de texto gratuito de la SEP, Mi libro de 1º y 2º año. 1960. Comisión Nacional de los libros gratuitos, en el turno vespertino se continúa trabajando, con los alumnos que estaban en la preadolescencia, la iniciación a los diversos talleres pre-ocupacionales.
El Modelo rehabilitatorio hace énfasis en una herramienta esencial dirigida a la rehabilitación o habilitación de las personas, para que pudieran funcionar en sociedad, más allá de los cuidados y tratamientos médicos, y es sobre esta noción de productividad que la Profra. Odalmira Mayagoitia de Toulet, egresada de la primera generación de la Normal de Especialización, presenta en 1970 una propuesta para la creación de la Dirección General de Educación Especial en la Reunión Nacional de Estudios sobre problemas de salud, alimentación, asistencia y seguridad social, con una ponencia titulada: La escolaridad en la rehabilitación de inválidos, en la cual sustenta que: “los fines que se persiguen no son tan solo humanistas sino económicos y sociales, ya que la gran problemática de su desatención plantea al individuo, a la familia, a la escuela y a la sociedad, el hecho de abandonarlos, lo que significa condenarlos a una injusta e inútil segregación y que indefectiblemente los lleva a una vida para- social o abiertamente antisocial”.
“En un esfuerzo por convertir el viejo anhelo de reestructurar a la educación especial sobre firmes bases institucionales, frente a la necesidad ingente de atender 12 integralmente a los niños y adolescentes atípicos mediante la acción eficaz, coordinada y permanente que propicie finalmente su adecuada integración a la vida productiva, no solo como imperativo de solidaridad humana sino fundamentalmente por razones obvias de índole socioeconómicas que solo alcanzan su vigencia definitiva al adquirir por el mencionado camino institucional, su carácter social de verdadero derecho”.